La adulancia, el cortesanismo, el lisonjeo y el rastacuerismo, para con quien está en el poder, no es patrimonio exclusivo de quienes ahora gobiernan en Venezuela; por el contrario, hunde sus raíces en una tradición que nace con nuestra propia historia republicana, y que ha generado capítulos de exacerbada megalomanía y endiosamiento, a lo largo de nuestro devenir. ...
El elogio de la adulancia y una premonición de Guzmán Blanco
La historia oculta
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