lunes, 4 de noviembre de 2013

En búsqueda de la tranquilidad extraviada

Virgencita del Valle como has permitido que descendiente de uno de tus populares joyeros, Daniel Carreño, por satisfacer las ansias de poder de la suegra, se haya prestado a llevar a la ruina al pueblo que tan tiernamente os ama.
Duele pedírtelo, pero es hora de pasar factura a los miserables que conducen al caos a nuestra querida Venezuela.
Concédeme que nuestra juventud experimente los saludables efectos de tu poderosa intercesión ante Dios, nuestro Señor.
En tus manos deposito:
 Que decreten sabático a sus pachangas y frivolidades.
 Que, pensando en su futuro y de sus hijos, y dándole utilidad a sus  celulares, procedan a inundar los medios oficialistas y a través de  las redes con imágenes que, reflejen la escasez en los anaqueles de  supermercados y abastos, las colas para adquirir los bienes básicos  y todas aquellas que consideren efectivas para llamar la atención.
 Que unidos y en comunidad se consideren mayoría al momento de  asistir a las elecciones, porque el oficialismo solo cuenta con los  comerciantes del voto.



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